Comenzamos la semana de poesía, espero que estén todos listos y, si no, lean que no les hace daño. La primera entrada que quiero poner es un poema que hicimos en año nuevo mi hermano, mi prima y yo... Pobrecito, el aburrimiento lo terminó.
Cadaver exquisito por Oscar, Judith y Said Soberanes
¿De qué habría de arrepentirme?
¿De lo que comí ayer?
¿De lo que caminé sin pensar
donde poner el pié?
Sin pensar… Hay momentos en los que camino sin pensar, olvidando los problemas contra viento y marea. ¿Tendría que arrepentirme por ello?
Sin Pensar, sin pensar.
¿De qué habría de arrepentirme? Sin las gotas suaves de la noche, de la triste oscuridad de mi mente. Conmigo, sin mí. ¿De qué habría de arrepentirme?
¿De qué? ¿De qué? ¿Para qué arrepentirme?
Si las cosas son porque sí, se hacen y nacen porque sí
si no, pregúntale a un niño sin malicia, él te dará la respuesta y solución (más fácil y lógica a cualquier estupidez filosófica).
Y entonces, ¿De qué habría de arrepentirme?
1 comentario:
Los cadaveres, corren el riesgo de caer en lo repetitivo (arrepentido), si no estan bien cordinados. Le falta sentido pero esta bonito (como experimento)
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