Hoy me dediqué a leer un Masiosare atrasado (19 de junio de 2005) y me encontré con unos datos hermosos para trabajar sobre de ellos.
Para los que no sepan el Masiosare es un anexo a La Jornada, periódico mexicano.
Resulta que en el semanario citado apareció un texto de Jesús Ramírez Cuevas en el que hace toda una reseña de las estrategias que los diferentes partídos políticos están tomando para conseguir votos en su contienda para la gobernatura del Estado de México. Un verdadero ridículo.
Por un lado, Enríque "El Guapo" Peña Nieto se siente soñado porque ya puede ir a Las Américas y las personas no le hablan feo... Claro que lo único que les dicen es: VOTE POR MI. Rubén "El Feo" Mendoza se enfrenta a comentarios como "Rubén está muy feo, cómo quiere que votemos por él" (comentario que me parece completamente lógico: Si en este maldito país lo único que hacen los gobernantes es dar la cara, mientras el narcotráfico y algunos demonios nos gobiernan, ¿para qué queremos un gobernante feo?) por medio de kermesses que nos recuerdan a la política de Hank Rhon en Tijuana... ¡VAMOS A LA VERBENA POPULAR! De menos nos darán un "panilindro"... Ridículo. Mientras tanto, Yeidckol se aprovecha de la popularidad de su noviecillo y resulta que como el platanito se la traen (Es decir, se la pela. En otras palabras, no da resultado su campaña).
Después de leer el reportaje me resultó obvio y claro que la política mexicana se maneja más como un reality show que como la búsqueda por las condiciones objetivamente suficientes para construir un México mejor (Empezamos a creer que eso de que es una Utopía es dicho en todo el sentido etimológico de la palabra. No hay lugar para ello). Creo que es mucho mejor observar que Montiel apoya en pleno "comploteo" al "Guapo" saturando de publicidad las calles, que discutir si Jolette (Participante de un realiti chou de acá) es o no una malcriada (Que si me preguntan, diré que no lo es; es una mala actriz, una pésima cantante, una artista deprimente y un ser humano putrefacto. Pero malcriada no, para nada), mucho más dinero en la post-producción del primero que del segundo.
Hay un programa en México que se denomina "El privilegio de mandar" una broma que hicieron los comediantes e imitadores a los principales actores (nunca mejor dicho) de la política mexicana, en el que estos (ya da lo mismo a quien me refiera) se encuentran en una casa muy al estilo de Big Brother (¡POR CIERTO! Me encontré el otro día una revista donde decían que en Inglaterra se harían una serie de experimentos colocando personas en una casa y observando sus reacciones ante la convivencia diaria. El experimento se denominaría Big Brother, en referencia al personaje de 1984... Qué bizarro es todo en este mundo) y tienen que convivir. Las diferencias entre esto y la vida diaria, empiezan a desvancerse; los desagradables y, en algunos casos, vulgares chistes de ese mediocre programa se parecen cada día más a los métodos de campaña de nuestra élite política.
Suficiente desahogo, no. Ya me desahogaré más, más tarde.
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