domingo, enero 07, 2007

300

A falta de material mío, les dejo un artículo que apareció en Zona Negativa (29 de Octubre de 2006. Ya llovió, pero tiene que ver con lo que acabo de ver, creanme) en relación con la diferencia entre adaptación y traslación. Quienes dijimos que Sin City fue la mejor "adaptación" de un comic, debemos de echar un ojo a este comentario, que realmente me dejó calladito.

ADAPTACION vs TRASLACION

En primer lugar tengo que darle las gracias a Toni Boix, ya que a partir de un correo suyo con imágenes comparativas entre la película y el cómic de 300 y Sin City, surgió la idea para este artículo. Saldadas ya las cuentas con mi conciencia, empiezo.

Dejando de lado por el momento a la crítica, como tema central de los últimos artículos, me centro hoy en la adaptación. Desde que el cine es cine, siempre ha posado sus ojos en grandes obras de otros géneros. Esta adopción de trabajos literarios en el seno de la familia del celuloide, ha sido una constante en aumento a lo largo de la historia de la gran pantalla.

Sin embargo, esta transfusión de ideas de tinta, ha tenido muy diversas consecuencias. La más habitual, es la decepción del espectador ante el maltrato de la obra de papel. La queja eterna: la falta de fidelidad al original. Pero, ¿hasta qué punto debe ser un guión adaptado fiel a su base? ¿Depende la calidad de un guión de este aspecto?

Si repasamos algunos antecedentes, podemos advertir que en numerosas ocasiones la obra literaria queda como un simple soporte inspirador de la película final. La idea primaria queda olvidada para confeccionar una historia y un mensaje radicalmente distintos. La queja del espectador queda entonces patente. ¿Para qué adquirir los derechos de una novela si luego va a ser mancillada en cine?

En cambio, algunas de las películas que han seguido este polémico modus operandi, son recordadas como obras maestras del séptimo arte. Ahí tenemos por ejemplo el guión de Apocalipsis Now a cargo de John Milius, que se basó en El Corazón de las Tinieblas de Joseph Conrad; o el texto de Blade Runner, netamente superior en mensaje, narración y técnica alegórica que su base. Ambas son buenas muestras de los factores de los que se puede beneficiar una obra literaria gracias a una buena adaptación.

¿Entonces cuál es la misión de una adaptación? ¿Olvidar su base y crear una obra totalmente distinta, o ser fiel al original al cien por cien? En mi opinión esta segunda parte es prácticamente imposible. Para comprender la misión de una adaptación, imaginemos una traducción de un idioma a otro. Las palabras, así como su orden y su contexto varían el significado del mensaje de una lengua a otro. Una buena traducción es la que analiza su significado, y dota a la frase del mensaje correcto. Una adaptación cumple esta función, (he aquí su dificultad), traduciendo historias, tramas, personajes y escenas, de un lenguaje (literario) a otro (cinematográfico).

Sin embargo, con la llegada de la explosión de las adaptaciones de comic a la gran pantalla, y el uso de las nuevas tecnologías, parece estar surgiendo una nueva dinámica. El ejemplo más evidente es la precursora Sin City, que se llevó las alabanzas de los fieles gracias a su exacta similitud con la novela gráfica de Miller. Y es que, al contrario que la literatura en prosa (¿cuántas veces hemos oído eso de “yo no me lo imaginaba así”? el comic ofrece un acercamiento gráfico tangible, fácilmente aprovechable para la industria cinematográfica. La meticulosidad visual y el uso de la técnica digital, consiguen recrear con exactitud cualquier tipo de escenario.

Pero una vez más debemos cuestionarnos ¿convertía eso a Sin City (o a cualquier película futura de semejantes características) en una buena adaptación? Desde mi punto de vista, Sin City valía muy poco (o nada) como adaptación. La fidelidad con la obra era aquí, desde un punto de vista ceñido al dogma, contraproducente. Las voces en off, el ritmo narrativo y algunas escenas que funcionaban en el comic, rugían entre la jaula de fotogramas en que habían sido encerradas. La innovadora técnica dotaba de valor a la película, pero el trabajo de su guión cinematográfico (de existir) era cuestionable.

Además, Sin City parece ha abierto la veda para que otros productos (como 300) lleguen al deseado éxito siguiendo la misma senda. ¿Supondrá esto el final de la adaptación clásica, para abrir la era de las traslaciones? ¿Pasará el guionista de ser adaptador, a ser un elemento prescindible?

Escrito por Pablo Gutiérrez en Zona Negativa

Esto nace, como ven, a partir de la nueva película basada en un comic delicioso de Frank Miller: 300

La película proviene del relativamente joven director Zack Snyder que no solo quiere traernos 300, sino que está trabajando también en la 'adaptación' de la aclamada novela gráfica de Alan Moore, Watchmen.

Si alguien ha visto Dawn of the Dead podría decirme que tal es como director Snyder, 300 será la primera película que vería de él.

Besos

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