domingo, diciembre 25, 2005

Viajar II - Oaxtepec (Con anexo de Narnia)

Esta entrada será breve, solo para comentarles lo que sucedió en nuestro segundo día de viaje, y esto no es que digas muy tardado.

Pues viajamos a Oaxtepec, un pequeño viaje de 10 minutos con la abuela de Paloma y su prima (fuimos a Cuautla por Paloma, sea dicho). Llegando, yo estaba bien a gusto leyendo "El príncipe idiota" (Que todavía no termino, ahorita platico eso), y el boletaje salió en $62.50. Sea dicho que fuimos al PAO (Parque Acuático Oaxtepec) por ahi por donde es el parque viejo, pues bien... De 3 secciones que tenía el genial parque, solo estaba abierta la primera; el coraje que le dió a todo el mundo fue obvio, pero innecesario. Viajamos durante 7 horas para ponernos con nuestras carotas a la primera de inconvenientes, eso fue lo que sentí y me pesó. Entonces, al ver que el agua estaba helada, lo único que pude decir fue - ¡A la chingada! - Y me metí gustosamente al agua.

Pasaron tranquilamente un par de horas, a lo mucho 2 y media, en la cual toda la comunidad exigía un lugar más grato y menos apacible para pasar el rato. Terminamos por irnos de ahi rápidamente sin que yo pudiera ir a visitar mi querido Club Dorados. Bueno, esas cosas suelen suceder.

Pasando a otras cosas, mi hermano me regaló ayer "El sobrino del mago", primer volumen de la heptalogía de Las crónicas de Narnia y debo decir que es un libro absorvente, con un estilo que recuerdo claramente de El hobbit donde se podía apreciar el público receptor. Notamos que la discreción de Lewis se debe no a miedo en su narrativa sino a autocensuras por sus lectorcillos...

Sin embargo, qué diferencia tan radical y excelsa entre este librito que terminé en menos de un día y el primer volumen de la otra (inconcluso, pero prometida) heptalogía de moda Harry Potter y la piedra filosofal: Mientras que a mi, y a la gran mayoría de los individuos con los que he platicado sobre él, me pareció, el texto de Rowlling, un libro más bien zonzo; este primer libro de Lewis se encuentra plagado de delicadas tensiones y, aunque ligerísimo (como el de Rowlling), tiene todo el tranquilo orden de un cuento bien narrado.

Les juro que aunque suelo leer consuetudinariamente, no me he avocado a estudiar a fondo la forma literaria; por lo que les puedo decir que el libro me gusto y me pareció bien narrado, como un abuelito contando toda la historia desde la ominisapiente posición que también Tolkien había tomado en su historia, pero esta a corta escala, no queriendo decirlo todo, sino lo necesario y un tantito más, todo lo que viene a la memoria cuando uno está contando. Si quisieramos hacer diferencias entre Tolkien y Lewis, ahí estaría la diferencia: Tolkien quiere contarnos todo (¡delicioso Silma, no te encuentro!), no olvidar la totalidad; Lewis quiere contarnos todo lo que nos cuenta y ya, la totalidad está velada, pero ahí.

Pero solo eso podría decir, no podría decir nada más profundo y correcto, porque no puedo. (Por cierto, que por culpa de mi hermano, tuve que dejar inconcluso El príncipe idiota que retomo en seguida.)

5 comentarios:

Gilberto Arredondo dijo...

Eres extraño. Por un lado reconoces una incapacidad para hablar de literatura y luego mareas a la gente con cosas como la totalidad. ¡Que raro eres!

Bersitos y vesitos.

Magda Díaz Morales dijo...

Feliz 2006 para ti y tus seres queridos.

Salud, amor y realizaciones sin fin

Un gran abrazo.

J. Macotela dijo...

No recuerdo con exactitud pero sé que para los gringos y para los de la britishland "El sobrino del mago" es volumen que no ocupa el lugar número uno de las crónicas. En algún lado leí sobre el por qué se había decidido poner este librito como primer volumen en la edición española reciente que anda circulando por ahí, pero no me acuerdo.

Coincido con tu postura sobre Rowling ante Lewis. Rowling es una advenediza mientras que a Lewis hasta Borges lo leía.

Y bueno, de repente sí se sienten las similitudes entre Tolkien y Lewis, ¿verdad? No en vano eran amigos.

Bueno ya. La verdad es que me apasiona el tema por eso digo abro la boca de más y digo estupideces. Disculpa la intromisión. Saludos, y felicidades por el blog.


P.D. Por cierto, Dostoievski es algo que tengo pendiente. Ojalá que te haya gustado "El príncipe idiota".

Caosmico dijo...

Bueno diodiorito... Soy raro, yo lo sé... Y J.S. pues sí, resuena mucho en nuestra cabeza esos cuentos, lo que sí te digo es que seguramente quisieron poner un seguimiento lógico entre los libros, que tú llegaras a los cuentos sabiendo, como Lewis, lo que había en el mundo. Aunque creo realmente que hubiera preferido enterarme de quien era Janis hasta un rato después (que como dato curioso, janis es una forma francesa de decir HACE UN CHINGO MADRAL: como HACE UN CHINGO MADRAL que no como, sería janis que je ne mange pas... creo... lo que sí sé es qe janis significa eso).

Por cierto, te robaré la idea de Globalifilia... Disculpa, pero tengo que poner las 50 personas con las que platicaría.

J. Macotela dijo...

Me parece perfecto que pongas a las 50 personas. La verdad es que yo puse mi lista hasta 50 para no aburrir, pero podría haber seguido hasta las 100 o más... La idea no es mía, así que tu dale.

Saludos y un abrazo

P.D. Por cierto, no sabía que Janis significaba eso. Vaya. Buen dato.